CONCURSO – Plaza de la Encarnación y Mercado de Abastos

Nos gustaría pensar que la plaza de la Encarnación es el CORAZÓN de la ciudad que da vida con sus pulsaciones a los distintos miembros, órganos y sistemas de la misma.

Pero también nos gustaría que fuera su CEREBRO, un espacio donde se manifieste la «ciudad inteligente», aquella que permite estimular, ampliar e integrar sus valores colectivamente.

Las principales cualidades que aporta este espacio a la ciudad son: patrimonio, conectividad, escala y vacío. La permanencia del vacío hace posible la generación de una identidad propia, que permitirá estimular, ampliar e integrar estas propiedades.

Por ello, apostamos por el vacío.

Se propone generar un espacio que sea soporte (un estrato) para que tenga lugar la «producción inmaterial» de ciudad, entendiendo por ello la esencia de relaciones y comunicaciones que generan ciudad.

Intervenir en este espacio supone una re-información de este espacio, la recuperación de la plaza, el intercambiador del metro y los nuevos usos definidos en los edificios adjacentes van a generar un nuevo significado para este lugar, a nivel local y a nivel metropolitano.

La recuperación y puesta en valor del patrimonio implica trabajar con el tiempo, con los procesos de apropiación y procesos de construcción de un nuevo patrimonio futuro.

Se propone construir un nuevo «estrato», luminoso y vivo, que se posa sobre los sustratos excavados, para albergar un gran espacio público en su interior. En este hojaldre se contendrán lugares «específicos», cargados de significados y sobre él lugares «genéricos», cargados de significantes.

Una estructura de gran escala construirá este «estrato», que filtra la luz, que se horada y se pliega para hacer presentes las excavaciones, dar acceso al mercado y al museo. La planta libre se conecta con el hall del metro, junto al museo. La entrada recientemente construida del parking será acceso rodado a la zona de carga-descarga. Junto a ella, se construirán el «enchufe urbano» zona de instalaciones urbanas que abastecerá la zona.

Ya que todo proyecto genera plusvalía, se propone que ésta recaiga sobre sus habitantes.